Por: Héctor Silvestre
El pasado lunes 18 del presente mes, la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), el Grupo de Comunicaciones Corripio y el Grupo SIN, realizaron el primer debate presidencial de toda la historia en este país.
La discusión, la cual duró dos horas y media aproximadamente, participaron siete candidatos a la presidencia de la República de un total de ocho. Quizá nunca antes en toda la historia nacional habíamos tenido tantos aspirantes a la posición de Primer Mandatario.
Los protagonistas de este histórico acontecimiento fueron los siguientes: Luis Abinader, Partido Revolucionario Moderno; Guillermo Moreno, Alianza País; Minou Tavárez Mirabal, Alianza por la Democracia; Soraya Aquino, Partido de la Unidad Nacional; Pelegrín Castillo, Fuerza Nacional Progresista; Elías Wessin Chávez, Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano y Hatuey De Camps, Partido Revolucionario Social Demócrata.
De este grupo de mujeres y hombres, el que más destaca por su experiencia y dimensión política es el Lic. Hatuey De Camps Jiménez.
De Camps, que a pesar de aparecer con voz disfónica, fue, sin lugar a dudas, la figura más sobresaliente entre todos los exponentes.
Increíblemente, Hatuey, en sólo dos minutos, brindó una de las alocuciones más extraordinarias de la historia política moderna, cito:
«Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete. Siete candidatos, ¿y quién falta? Con el que deberíamos debatir. Con el que tiene la mandurria, porque aquí lo que ha habido es una exposición… de motivos, ofertas de candidatura, ofertas de posiciones, y… mucho bla bla», incluyéndome.
Pero no fue posible la unidad. La unidad es la única vía para tú sacar al PLD del gobierno. La única! Pero no lo entendimos, pese a todo el peregrinaje que quien habla hizo… y ahora, tenemos que observar como Danilo se tira el segundo tiburón podrido… entre otras cosas con la reelección, la maldita reelección de que hablaba José Francisco Peña Gómez. En gran parte razón de la corrupción que ha habido.
En esa dirección, nosotros representamos el voto número 6. El voto, por un toro, un toro del color de la piel de José Francisco Peña Gómez, pero además somos la esencia de lo que fue el Partido Revolucionario Dominicano histórico, y como tal no renunciamos a ella.
Y cuando yo he hecho la cuenta que hice, en el fondo me da mucho pesar porque finalmente no hemos entendido la necesidad del cambio garantizado por la unidad.
Muchas Gracias!»